Los niños nacen con protección contra algunas enfermedades porque sus madres les pasan anticuerpos (proteínas que el cuerpo genera para combatir las enfermedades) a través de la placenta. Después de nacer, los bebés amamantados se siguen beneficiando con más anticuerpos que reciben en la leche materna. Pero estos dos tipos de protección solo son de carácter temporal.

Una manera de generar inmunidad (memoria) contra algunas enfermedades es la inmunización (vacunación). Para ello, se usan pequeñas cantidades de los microorganismos que provocan la enfermedad, ya sea muertos o debilitados.

Los microorganismos pueden ser virus (como el virus del sarampión) o bacterias (como el neumococo). Las vacunas estimulan al sistema inmunitario a reaccionar como si se tratara de una infección verdadera: el sistema inmunitario repele la “infección” y recuerda cuál es el microorganismo para poder defenderse rápidamente si este vuelve a entrar en el cuerpo más adelante.

¿Cuáles son los diferentes tipos de vacunas?

Existen distintos tipos de vacunas. Entre ellos, se encuentran los siguientes:

En algunas vacunas, se utilizan virus vivos atenuados (o debilitados). Este es el caso de la vacuna triple víral (contra el sarampión, las paperas y la rubéola).
En otras vacunas, se utilizan virus o bacterias muertos (o inactivados); por ejemplo, en la vacuna antipoliomielítica inactivada.
Las vacunas de toxoides contienen una toxina inactivada producida por una bacteria. Por ejemplo, la vacuna contra la difteria y la antitetánica son vacunas toxoides.
Las vacunas conjugadas, como la vacuna contra Haemophulus influenzae tipo b (Hib), contienen partes de bacterias combinadas con proteínas.

La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños reciban una combinación de varias vacunas (en vez de una sola vacuna cada vez), siempre que sea posible, para ayudar a reducir la cantidad de inyecciones que reciben los niños.

¿Qué vacunas necesitan los niños?

La Academia Americana de Pediatría recomienda las siguientes vacunas, así como un calendario de vacunaciones sistemáticas. Es normal que haya algunas variantes y las recomendaciones se modifican con frecuencia a medida que se desarrollan nuevas vacunas. Tu médico pediatra te dirá cuáles son las vacunas y el calendario adecuados para tu hijo.

Vacunas recomendadas:

– Vacuna contra la varicela
– Vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina
– Vacuna contra la hepatitis A
– Vacuna contra la hepatitis B
– Vacuna contra Haemophilus influenzae tipo b (Hib)
– Vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH)
– Vacuna antigripal
– Vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (triple vírica)
– Vacunas contra los meningococos
– Vacuna contra el neumococo
– Vacuna antipoliomielítica
– Vacuna contra el rotavirus

Preocupaciones sobre las vacunas:

Algunos padres dudan sobre si deberían vacunar o no a sus hijos porque les preocupa que tengan reacciones graves o que puedan contraer las enfermedades contra las que los deberían protegen. Pero, como los componentes de las vacunas están debilitados o muertos y, en algunos casos, solo se utilizan partes del microorganismo, es improbable que causen una enfermedad grave.

Algunas vacunas pueden provocar reacciones leves, como dolor en el sitio de la punción o fiebre, pero las reacciones graves son muy poco frecuentes. Los riesgos de las vacunas son muy reducidos en comparación con los riesgos para la salud de las enfermedades que permiten prevenir.

Las vacunas son una de las mejores formas de protegerse contra las enfermedades contagiosas.

 

Revisado por: Elana Pearl Ben-Joseph