La varicela es una enfermedad común entre los niños, particularmente entre los menores de 12 años. Se manifiesta con la aparición en todo el cuerpo de una erupción que se asemeja a ampollas que producen bastante comezón, y puede estar acompañada por síntomas muy parecidos a los de la gripe. Por lo general, los síntomas desaparecen por sí solos. Sin embargo, debido a que la infección es muy contagiosa, se recomienda que un niño con la enfermedad permanezca en su casa y descanse hasta que los síntomas desaparezcan.

La varicela es causada por el virus varicela zóster (VVZ).

Hasta hace mas o menos 2 años contábamos todavía con vacuna contra la varicela de la cepa OKA producida en laboratorios japoneses. Sin embargo por alguna razón dicha cepa se perdió y ya no se cuenta con una vacuna específica para la producción y demanda mundial.

A mediados de este año salió al mercado una vacuna combinada contra sarampión, parotiditis,rubeola y varicela; la cual se aplica a partir de los 9 meses, hasta los 12 años. Al igual que con cualquier vacuna, es posible que no se desencadene una respuesta inmunitaria protectora en todos los vacunados.

Generalmente, una persona tiene un episodio de varicela en su vida, pero el virus que causa la varicela puede permanecer en el cuerpo en estado latente y manifestarse en un tipo de erupción cutánea diferente conocido como herpes zóster. La vacuna contra la varicela reduce considerablemente las posibilidades de que un niño contraiga esta enfermedad, pero, de todas maneras, puede tener herpes zóster más adelante.

 

Síntomas:

La varicela causa una erupción cutánea de color rojo que produce comezón en la piel. Dicha erupción aparece primero en el abdomen, el rostro o la espalda y, luego, se propaga a casi todas las partes del cuerpo, incluidos el cuero cabelludo, la boca, la nariz, las orejas y los genitales.