Es en esta etapa tu hijo ha comprendido la importancia de estar sano y que la manera de lograrlo es a través de cuidar su higiene personal en todos los aspectos. El hecho de que ya sea una personita que pueda llevar a cabo sus hábitos de limpieza con total independencia, no significa que dejes de asistirlo o de poner atención.
Baño: algunos niños prefieren bañarse por la noche, para que al día siguiente no se les haga tarde para llegar a su escuela. Sin embargo, el baño idealmente debería de ser dos veces al día. El primer baño pudiese ser al despertar para retirar el sudor acumulado durante la noche. El segundo baño, por la noche después de un excelente día de juegos y aventuras.
Pelo: debe lavarlo muy bien con shampoo. En esta etapa ya podrá usar el mismo que los demás miembros de la familia.
Cara: al igual que el baño, la cara debe de lavarse con cuidado y abundante jabón al despertar y antes de ir a dormir. Es recomendable que lleve consigo un pañuelo desechable en caso de que se presente alguna eventualidad.
Cuerpo: seguramente ya se baña solo, así que es importante que hagas hincapié en la necesidad de asear todo su cuerpo a conciencia. Es buena idea que use un estropajo, cuyo uso idealmente debería de ser personal, traten de utilizar de preferencia uno hecho de algún material natural. Recuerda que el estropajo debe quedar bien exprimido y colgado a manera de que logre secarse y permanecer así.
Nariz: de nueva cuenta, los pañuelos desechables son la mejor opción para mantener limpia esta zona.
Dientes: las caries se presentan con facilidad desde la etapa anterior (leer artículo «HIGIENE 3-5 años«), así que debe cepillarse muy bien. Como padre, es necesario que sepas que por lo menos son cuatro el número de veces que tu hijo debe lavarse los dientes durante el día; y el primer aseo es por la mañana inmediatamente al despertar. Las otras tres veces, como ya lo sabes, son después de todos y cada uno de sus alimentos.
Oídos: recuérdale que debe asearlos en la regadera, y evitar el uso de cotonetes, ya que éstos pueden empujar el cerumen hacia el fondo del oído, lo cual puede provocar que se tape y cause dolor; o en el peor de los casos ocasionar accidentalmente perforación de la membrana timpánica, lo cual sería una urgencia otorrinolaringológica.
Uñas: hay que mantenerlas cortas para que no se lastime o haga lo propio con las personas a su alrededor. Un cortaúñas es el mejor instrumento para hacerlo.